¿ANIMALES? NO, GRACIAS.

Buenos días, blogosfera. Empezamos la semana, lunes, y como cada semana, la resaca futbolística se apodera de todos y cada uno de los bares, plazas y conversaciones que se llevan a cabo. Sé que nunca había escrito por aquí sobre deporte, pero creo que el momento ha llegado sin duda. Y todo a raíz de uno de los partidos de ayer, Atlético de Madrid - Sevilla F.C, disputado en el Vicente Calderón.
Más allá de colores, de una u otra preferencia, en este deporte, y en todos, debería primar el respeto al contrario y al propio, y el conocimiento de que, a pesar de todo, no es más que un juego. Sí, un juego que mueve millones, que sacude poblaciones y varía estados de ánimo, pero un juego al fin y al cabo. Los protagonistas no son más que personas mitificadas sin razón, personas que ganan barbaridades económicas sólo por satisfacer los deseos de la población, jugando al deporte rey.
Hasta aquí, todo bien. Es una verdadera gozada acudir a los campos de fútbol y disfrutar de la hinchada, animando sin cesar, llevando en volandas a su equipo, alentando a sus jugadores a dar todo lo posible de sí mismos. Pero cuando se pasa del intento de animar al propio a la desmoralización de los jugadores y aficionados contrarios, la cosa cambia.
Entiendo de rivalidades, entiendo de competición, pero también entiendo de respeto, y, eso amigos, es una asignatura más que pendiente en los campos de fútbol.
En el momento en el que una grada insulta a determinado jugador o equipo, es cuando comienzan los problemas. ¿Cuántas veces hemos visto en televisión peleas, heridos o incluso muertos a causa del radicalismo futbolístico? Todo eso, empieza en la grada con un cántico irrespetuoso.


Pero todo esto viene a estar ahora candente por el partido de ayer, en el que se escucharon nítidamente gritos en el Calderón, riéndose de Antonio Puerta, jugador sevillista fallecido hace tres años. "Ea, ea, ea, Puerta se marea". Antonio Puerta falleció después de numerosas paradas cardiorrespiratorias, en el hospital Virgen del Rocío. La primera de estas paradas que acabaron con su vida, la sufrió sobre el césped del campo sevillista, delante de su afición. La muerte de Puerta supuso un golpe durísimo para la afición y plantilla del equipo andaluz, ya que, aunque esto no sea más que un juego, estamos hablando de personas humanas, de gente que tiene vida fuera del terreno de juego. 
Bueno, pues estos cánticos despreciables pudieron apreciarse ayer perfectamente tanto en el campo como por televisión. Aquí os dejo un corte en el que se comentan los hechos en la Cadena Cope, por Paco González: http://t.co/I1BzDXoU
Estoy completamente segura de que cualquier aficionado del Atlético de Madrid que lea esto, no se sentirá orgulloso de la "etiqueta" que está recibiendo su afición por estos hechos, y que los condenará exactamente de la misma forma que yo. Porque aquí no se habla de colores, se habla de que un grupo de ANIMALES, se mofan de la muerte de una persona, y eso es indefendible. Que sí, que son una minoría, pero una minoría que emborrona el espéctaculo del fútbol con sus bestialidades.
En este caso, quiero dejar de referirme especialmente a los ultras atléticos, porque soy más que consciente que tontos hay en todos lados, y que todo fanático radical que fomente la violencia, lleve la camiseta que lleve, ha de ser condenado.


Porque estos energúmenos, pertenecientes a los campos de fútbol, utilizan cualquier excusa para pegarse entre ellos, los partidos se convierten en su tapadera para sus verdaderas intenciones: emborracharse y montar problemas, cosa que adoran hacer.


Por eso, simplemente, desde este blog, quería denunciar estos hechos aberrantes que empañan la belleza y diversión general de nuestro fútbol.


Nos leemos pronto. Ah, y viva el Sevilla :)